Entrevistamos a Isabel

¿Cómo nació La sonrisa de Charlotte?, ¿y cómo fue desarrollar la idea?

No me dejan decir mucho porque en breve revelaremos la sinopsis, pero… La sonrisa de Charlotte nació una tarde-noche de hace muchísimos años (pongamos 18) en la cocina de mi abuela. La versión que entonces escribí y la que pronto podréis leer tienen en común una cosa: hay dos protagonistas. Pero por lo demás ha cambiado totalmente. Podríamos decir que la esencia es la misma, sí, mas el resto… nada que ver.

La idea fue desarrollándose durante años y en varios borradores, sólo llegué a terminar 3 (4 si contamos la última versión, la que saldrá publicada). En cada borrador me acercaba más a la idea del último, a lo que quería contar. Hay veces que la historia funciona, pero no los personajes y eso supuso Desesperación con mayúscula, así que entre medias escribí bastantes más novelas…

La sinopsis la desvelaremos la semana que viene, pero cuéntanos un poco cómo es Charlotte. ¿Por qué su sonrisa parece ser tan especial?

Charlotte es única, creo que no encontraremos nunca otra niña como ella. La sonrisa de Charlotte es mágica, se dice que alegra las penas de cualquier corazón, o que al menos lo intenta con todas sus fuerzas porque hay veces que esa magia no funciona como debería. Charlotte ve el mundo de manera diferente a como lo ve el resto de la gente. Es una niña, sus problemas son aventuras y su vida es una montaña rusa de emociones, pero para ella todo eso resulta divertido. Algo que para los adultos es un auténtico comedero de cabeza, para ella es como un acertijo que tiene que resolver y pone todo su empeño en ello. A veces lo consigue y a veces no, pero no se viene abajo, hay más aventuras que vivir.

Recientemente has sacado Orikel. Oliver y Aubree con Hela Ediciones, cuya segunda parte se espera para 2020. ¿Te gusta más planificar historias como sagas o como libros autoconclusivos?

Siempre he escrito autoconclusivos, me gusta más poner inicio y final en el mismo libro. Orikel siempre fue una bilogía, algo que me aterraba porque jamás he escrito una segunda parte. Tengo un proyecto desde hace demasiado tiempo que nació como trilogía y no he escrito (aunque lo he intentado miles de veces) ni la primera parte porque me agobia pensar en las siguientes…

Ahora me encuentro con el “”problema”” de que le he cogido el gustillo con Orikel y *spoiler del título*, la segunda parte. Es cierto que cuesta, para mí es más difícil escribir algo con continuación porque tienes que casarlo todo y aunque con Orikel la idea principal ya la tenía, ahora me falta unir las piezas pequeñas y, creedme, NO ES FÁCIL. Pero sí entretenido. A veces.

Los dos libros que has publicado este año son muy diferentes entre sí. ¿De qué otros géneros has escrito y cuál te resulta más ameno?

Orikel y Charlotte son agua y aceite, sí. El 95% de mis historias son realistas. Contando con Orikel he escrito 3 de Urban Fantasy, el resto son juveniles realistas, es un género en el que me siento cómoda y no me cuesta demasiado escribir. Me gustaría MUCHO lanzarme a la fantasía, pero en cuanto empiezo enseguida mi cuestiono todo lo del mundo: ¿y cómo van al baño? ¿Y la ropa de cambio? ¿Y no se cansan caminando tanto? Así que abandono por autoagobio.

¿Cómo crees que has evolucionado, como autora, desde tu primera novela hasta la versión que veremos en Roomie de La sonrisa de Charlotte?

Charlotte es una historia que, creo, está cuidadísima, han sido muchos años de reescrituras, correcciones… y a raíz de ella empecé a ser mucho más quisquillosa en ese tema. Antes escribía, corregía una o dos veces por encima y listo, trabajo hecho, a otra cosa. Ahora no, ahora corrijo mucho, reescribo, vuelvo a corregir y me incomoda MUCHO no poder hacerlo. Tengo historias terminadas que no he movido porque pienso que no las he corregido lo suficiente y pienso “¿Cómo voy a mandar esto a una editorial? Ni de broma” y ahí siguen (cofcofSamanthacofcof) y seguirán…

Charlotte Stefani cuadrado

Charlotte por @StefaniGrahu

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